SINE-LABE... Una manera de vivir y sentir la Semana Santa.

sábado, 14 de mayo de 2011

Mi Semana Santa... Alejandro Reina

Todo empezó con gran fuerza, no solo empujado por esas ganas intrinsecas de cofrades de pro, sino aderezado con el hecho de haber tenido una pre-cuaresma y cuaresma cargadas de sentimientos florecientes debido a nuestras Tertulias varias y demás actos cofrades también varios, como fue las pegadas de carteles, ensayos, etc.
Como decía, empezó con fuerza desde las mismas vísperas, cosa que no solía hacer yo en años anteriores, disfrutando de un Viernes de Dolores espléndido, viendo cofradías varias, incluyendo una visita entrañable al pueblo vecino de San Juan de Aznf. Donde tocaba la banda Amor de cristo de nuestros ya amigos componentes de la banda. Ahí ya percibimos una gran semana que nada más lejos de la realidad fue la antítesis de la Semana Mayor.

Ya con el Domingo de Ramos medio cubierto por culpa de no querer asimilar que estaba en el principio del fin, salí a la calle con la pena de haberme perdido esas primeras horas doradas del día, pero...todo cambio, parecía preparado para mi, junto a mi mujer, vi pasar el cristo de las Penas por Reyes Católicos con andar vacilante acompañado de la marcha “Refugio de una madre (impresionante), eso nada más aterrizar en Sevilla. El fin de la tarde iba transcurriendo con normalidad, hasta que vi pasar a mi hermandad de Despojo (12 años de costalero) por el postigo, un pellizco en el alma me hizo pensar si volvería a meterme debajo alguna vez más, fue tan pragmático mi pensamiento por lo visto que hasta mi mujer se enteró sin yo hablar nada y me dijo, sácalo si quieres el año que viene...se me notó en la cara.
El Lunes fue algo más tranquilo, años atrás estaba en la calle a primeras horas de la tarde, suelo ver salir Santa Genoveva, San Gonzalo recogerse, Museo de vuelta por Tetuan, etc. Pero este año algo me dijo que sería diferente al igual que se presagiaba diferente la semana y no salí ya que mi mujer trabajó todo el día y me solidaricé con la causa. Eso sí, lo vi todo por la tv, no intuía como se pondría la Semana lógicamente.
Martes, desesperadamente malo, triste, aunque por otro lado, con nuestra sapiencia tiempil, master en meteorología y todo tipo de sapiencias en el tema, hacían presagiar que el Miércoles sería algo mejor.

Ya en el Miércoles de lleno, todo empezó con la ilusión renovada, con las pilas cargadas por un día anterior aciago. Comenzó como casi todos los Miércoles Santos, rituales varios en casa, con todo bien planchado para poder sacar el barco de la calle feria. Tras una ducha casi fría y posterior baño en colonia, partí rumbo hacia la plaza del Pumarejo donde igualamos tanto misterio como palio. Después de la espera pertinente típica de una igualá, con los relevos correspondientes cada uno en su bolsillo, los que no hacíamos salida, nos fuimos sin intención de comer en demasía a la abacería de dicha plaza, después de degustar unos panes varios de la casa de bacalao y jamón, aderezado con sus varios kilos de chicharrones, tabla de quesos y cervezas varias nos fuimos a ver salir el misterio. El Miércoles fue transcurriendo con normalidad hasta justo antes de llegar a la cuesta del bacalao....uff....impresionante lo vivido allí, fue algo creo imposible de mejorar y de explicar, todo comenzó justo en el momento de empalmar varias marchas a mediación de la cuesta, todo fue un engranaje perfecto, marchas, forma de andar, público, etc. Tal es así que siguió esta comunión al unísono, metidos ya en la calle Francos, donde ya fue una explosión de emociones, un júbilo desbordado al ver caminar a ese galeón, (en YouTube sale esa explosión). En el momento de arriar el paso, nunca viví debajo de un paso algo tan grande y de tanta emoción en 15 años que llevo en esto, nos unimos los propios costaleros a los aplausos eternos del exterior de las trabajaderas, dándonos la enhorabuena a nosotros mismos e incluso vi llorando a varios costaleros, (va por ti Garri.). El resto de Miércoles fue un sueño que nunca me hubiera gustado que acabara, Alfalfa, San Pedro impresionante, Entrada...todo.
Ya por último, acabé el día, viendo la entrada del Baratillo, mi hermandad, junto a mi mujer, esto fue la puntilla que hizo inolvidable este día.
A partir de aquí todo fue distinto, penoso, triste, no tengo descalificativos para describir tanta pena contenida, resumo este trozo de Semana Santa de una manera rápida y superficial para no recordar y hacer daño a nuestras almas cofrades.

Jueves indescriptible, veía que pasaba el día y una a una se caían haciéndonos pensar que hacer con nuestro destino momentaneo, donde un Jueves santo, si no era viendo cofradías ¿Que se hacía?, ya el Martes también paso, pero con esto de que no era Fiesta tienes opciones a donde acudir para pasar desapercibida la jornada, en este caso, era Jueves, fiesta nacional, si no es viendo cofradías, ¿que se hace? Miras a tu alrededor y ves que no hay nada que hacer paralelo. Angustioso, me quedé sin caballos, más tv.

De madrugá, ídem de lo mismo, desastre tras desastre, viendo como la noche pasaba como una más del año, todo cerrado y con ganas de estar en cama escuchando tronar igual que si fuera pleno invierno, cuando te encanta encuchar llover golpeando las persianas. Pero no, tuve que hacer de tripas corazón, y vestírme de costalero de rotundo luto (negro) por imposición de hermandad y acorde con la noche por casualidad, me encajé en la casa hermandad del Calvario para conocer al poco tiempo de llegar que no se salía, paradogicamente, el hermano Mayor del Calvario estaba dándonos una charla -como todos los años hace- y yo que tenía los cascos del movil escuchando Canal sur, anunciaron que no salíamos antes de que se reuniera el Cabildo, imaginaros la carita del hermano Mayor, poema.
Ya en Viernes Santo, me levanté creyendo que íbamos a tener la suerte de cara e íbamos a salir a la calle debajo de mi Gran Poder crucificado al igual que en el 2005 que fuimos la única cofradía en la calle. Todo apuntaba a la esperanza, al ser la última cofradía en salir del día, sobre las 21:00h. Casi siempre el tiempo en primavera mejora por la noche, lo dice un experto en meteorología como bien dije antes, pero nada más lejos de la realidad, volvió a ser un día triste y desapacible, no hice otra cosa que hacerme fotos delante de los pasos con mi sobrina pequeñita para volver a casa y volver a ver que el día sería igual a los anteriores, no sabiendo que hacer un Viernes Santo sin cofradías, eso si, el Viernes Santo del 2010, en las tv correspondientes no faltó.

El Sábado Santo no cambió con respecto a los resto de los días, en vez de ahogar las penas en casa con la tele y deprimido, preferí irme a comer aunque al final lo empalmé casi con la cena, con copitas varias de por medio, etc. a un bar de Triana, llamado las Dársenas, de mi amigo Manué, costalero él y el hijo de la Virgen de la Salud de San Gonzalo. Allí mientras veíamos llover en la calle y veíamos salidas fallidas en la tv. disfrutábamos a nuestra manera, hablando de lo poco vivido, en este caso de mi Miércoles y de sus Lunes con San Gonzalo. Lo de sus Lunes en plural no es más que este día estuve acompañado de mi compadre Raúl, con su señora e hijos, y él también saca la salud. ( mi mujer también me acompañó).


 Justo aquí, se fraguó un terminar feliz de esta sin sentida Semana Pequeña, que no Grande, ya que quedamos para el día siguiente tempranito y tras un desayuno consistente, en ver pasar a la última alegría de la Semana Santa, la Virgen de la Aurora por Doña María Coronel.
Para no faltar a la realidad, mi Semana Santa tremendamente triste se me esfumó sin postrauma debido a que por la tarde, a las 18:30h. sonaron los clarines de la Maestranza y este humilde cofrade estaba sentado en su asiento de barrera esfumándosele todo lo anteriormente vivido desgraciado al ver por doquier verónicas infinitas de manos del maestro, el de la puebla............

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