Y todos con la mente pensando en una misma semana. Todos pensando en una misma madrugada, todos con un mismo sentimiento, el de transmitirle a la Blanca Paloma todas sus plegarias, esas que llevan tanto tiempo guardadas y que ahora pueden poner a sus plantas, ya sea en la ermita cuando está en su templete, cuando la ven pasar por delante ese bendito Lunes de Pentecostés, o cuando la Virgen pasa por delante de sus casas. Siempre es un buen momento para mirarla y dejar libre la mente.
Rondaba las 3:30 am cuando comenzó un año más la salida de la Virgen del Rocío. Escasos minutos antes de esa hora entraba el Simpecado de la Hermandad Matriz en la ermita marismeña y entonces sus hijos, no pudieron esperar más para realizar un año más ese tradicional "salto de la reja". Dos crespones negros eran colocado este año sobre los primeros varales del costero derecho de la Virgen. Tras respetar como cada año la colocación de estos lazos, los almonteños se dispusieron a sacar con la devoción que ellos saben hacerlo a la Madre de todos los rocieros, a la Virgen del Mundo.
Virgen del Rocío poco después de la salida de la ermita
Fotografía: Alberto Díaz
Y a la luz del día se despertó no solo la mañana sino que la Luz de Pentecostés, como bien define estos días una de nuestras queridas hermandades sevillanas, iluminó todas esas almas que siempre guarda la Virgen. Llegó entonces a la Hermandad del Rocío de Sevilla poco después de haber pasado por Triana y habiendo dejado atrás hace varias horas al Rocío de la Macarena. Allí numerosos hermanos y fieles devotos esperaban a la Virgen para presentarles sus rezos. Con el sentimiento de que siempre es poco el tiempo que se queda con nosotros, los portadores la llevaron a que continuara bendiciendo a tantos hijos que anhelaban su llegada.
Imagen: Huelvaya.es
¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!!
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