La Buena Muerte del Cristo de la Hiniesta nos calmaba con su besapiés en San Julián.
Y las Angustias de la Madrugá, la de Canela y Clavo, volvía a mostrarnos su mano para besarla de nuevo después de su besamanos extraordinario allá por noviembre del pasado año.
Fotografías: Antonio Estévez.
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