Una Semana Santa distinta...

Queremos acordarnos de tres amigos que este año, por diferentes motivos, no harán su Estación de Penitencia bajo las trabajaderas de los Titulares de sus respectivas Hermandades. Intentando buscar algún título a esta entrada siempre llegamos a la misma conclusión, y es que nuestros amigos vivirán una Semana Santa distinta. Son compañeros a los que echaremos de menos en el palo, y que voluntariamente o no han "colgado el costal".

Antonio Asencio.

En primer lugar tenemos a nuestro amigo y contertulio Antonio Asencio, compañero ante todo y con una inmensa capacidad de sacrificio. Costalero del Soberano Poder y del Misterio del Carmen Doloroso.

Nos imaginamos lo difícil que debe ser aceptar no meterse bajo las trabajaderas de tus hermandades, sobre todo cuando es una lesión inesperada, pero piensa que Rodrigo agradecerá que su padre le enseñe su hermandad de toda la vida, el Buen Fin, y que junto a tí podrá disfrutar del Soberano por su barrio, y del galeón del Carmen en calle Feria.

Antonio, el próximo año nos quitamos esa espinita que tenemos clavada.

Soberano Poder.

Raúl, el compadre.

En segundo lugar tenemos al amigo Raúl, el compadre, un peón de categoría, pero que una dolencia le ha apartado del mundo del costal y la trabajadera. Sin duda lo echaremos de menos en el Galeón del Carmen, y también tendrá una cita ineludible ante su Virgen de la Salud de San Gonzalo, con la que el próximo Lunes Santo mantendrá un cara a cara y será complicado aguantarle la mirada a esa Madre vestida de blanco que será consuelo del que no podrá pasearla por Sevilla. Además de ser costalero de San Esteban y la O...¿cuántos ensayos tenía este hombre?

Raúl, ahora toca disfrutar con la familia, y saborear esta Semana Santa de la mano de los tuyos, y que tus hijos el día de mañana sean lo que su padre es hoy.

Señor de la Paz (Carmen Doloroso).

Manuel.

Y en tercer lugar, tenemos a Manuel, amigo trianero que regenta el bar "La dársena", muy cerquita de su Hermandad de San Gonzalo, y también costalero de la Virgen de la Salud durante varios lustros.

Manuel es un hombre que ha sabido retirarse en su debido momento, por la puerta grande, y como él bien dice llevándose el reconocimiento de todos sus compañeros de cuadrilla, que es lo más bonito que uno se puede llevar. Además, gracias a la Virgen de la Salud, tiene la suerte de dejar a su Bendita Madre en buenas manos, ya que su hijo actualmente forma parte de una cuadrilla que está en uno de sus mejores momentos.

Un día Manuel hizo una promesa a su Virgen de la Salud y ella no le falló, así que ahora sin costal, nuestro amigo acompañará a su gente de abajo y a su Virgen como auxiliar de cofradía... ¿hay algo más bonito que estar junto a una Madre?

Virgen de la Salud.

Amigos, con estas palabras solo pretendemos mandaros ánimos, y deciros que ser costalero es una de las cosas más grandes que hay en esta ciudad, y ustedes seréis siempre grandes costaleros.